Pude decírtelo
de muchas maneras diferentes. Pude decírtelo en uno de nuestros paseos. Pude decírtelo
en una de esas conversaciones que se extendían hasta las tantas de la mañana.
Pude decírtelo mientras me abrazabas bajo la luna. Pude decírtelo mientras nos
bebíamos a besos. Pude decírtelo por la mañana, por la tarde, por la noche. Pude
decírtelo riendo, llorando, gritando. Pude decírtelo en alto, en bajo. Pude decírtelo
de mil y una maneras diferentes, pero tenía miedo, de que todo fuera un sueño y
fuera a despertar.
Ahora estoy aquí, unos meses después de que todo acabara, pensando todo lo que nunca te
dije y si soy sincera no me arrepiento de todo lo que callé. Al fin y al
cabo era una ilusión. Como tú.